EEUU está dispuesto a hacer cualquier cosa para que los chips avanzados no lleguen a China. Y Malasia es un obstáculo

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jclopez

Juan Carlos López

Editor Senior - Tech
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Malasia está en el punto de mira de EEUU. La Administración liderada por Donald Trump sospecha desde hace muchos meses que las compañías y los centros de investigación chinos que se dedican a la inteligencia artificial (IA) adquieren las GPU más avanzadas de NVIDIA a través de empresas intermediarias de Singapur y Malasia. De hecho, esta posibilidad ya no es tan solo una hipótesis. Y es que el Gobierno de Singapur ha confirmado que ha identificado a los responsables de desviar hacia China, y presumiblemente hacia la empresa matriz de DeepSeek, servidores que contienen las GPU de alto rendimiento que produce NVIDIA.

Esta información fue desvelada a finales del pasado mes de febrero por el canal de televisión Channel News Asia, y poco después el ministro de Asuntos Internos y Justicia de Singapur, K. Shanmugam, la confirmó. Curiosamente, no concretó cuáles son las GPU que incorporan estas máquinas, pero hizo público un dato muy importante: el nombre de las empresas que fabricaron los servidores. Y son dos clientes estadounidenses de NVIDIA muy importantes: Dell Technologies y Super Micro Computer.

Para Malasia enemistarse con EEUU no es una opción

Malasia es una potencia global en empaquetado y verificación de circuitos integrados de vanguardia. En agosto de 2023 tuvimos la oportunidad de comprobarlo de primera mano debido a que Intel nos invitó a visitar las fábricas de chips que tiene en este país del sudeste asiático. Estas plantas residen en Penang y Kulim, dos exóticas y bonitas ciudades ubicadas al norte de Kuala Lumpur, y están especializadas en el procesado de las obleas de silicio que proceden de las fábricas de Intel en Israel e Irlanda.

Malasia es un país muy atractivo no solo para Intel y otros fabricantes de semiconductores estadounidenses; también lo es para las compañías de chips de China y Taiwán. Su atractivo reside en cuatro pilares fundamentales: tiene una cadena de suministro estable, un desarrollo tecnológico notable, pone a disposición de estas empresas personal muy cualificado y sus costes de producción son moderados. Para los fabricantes de circuitos integrados un país con estas características es una apuesta segura.

Muchos fabricantes chinos están desviando el empaquetado de sus chips a Malasia para protegerse de la tensión entre EEUU y China

Intel está presente en Malasia desde 1972, y durante las más de cinco décadas que han transcurrido desde entonces su infraestructura en este país asiático no ha dejado de crecer. Su modelo ha funcionado tan bien que otras grandes compañías de la industria de los semiconductores lo han adoptado. Una de ellas es el gigante chino Huatian Technology, y muchos otros fabricantes chinos de circuitos integrados están desviando el empaquetado de sus chips a Malasia para protegerse de la incertidumbre que ha desencadenado la tensión entre EEUU y China.

La industria de los chips es uno de los motores de la economía malasia, y, como acabamos de ver, EEUU es un actor esencial para este país. Por este motivo al Gobierno de Malasia le interesa hacer todo lo que esté en su mano para no enemistarse con la Administración estadounidense. La presumible participación de algunas de sus empresas en la exportación de chips de vanguardia a China le coloca en una posición delicada que, para más inri, acaba de complicarse aún más. Y es que una compañía de China es sospechosa de entrenar modelos de IA en infraestructuras de Malasia y empleando hardware de NVIDIA.

Según Reuters el Ministerio de Inversiones, Comercio e Industria de Malasia está investigando si esta o cualquier otra empresa alojada en su territorio ha infringido alguna ley local. Curiosamente esta institución está analizando un informe que sostiene que cuatro ciudadanos chinos viajaron desde Pekín a Kuala Lumpur, cada uno transportando varios discos duros con decenas de terabytes de hojas de cálculo e imágenes, con el propósito de entrenar un modelo de IA en 300 servidores con chips de NVIDIA.

Malasia no está sometida a sanciones ni restricciones por el Gobierno de EEUU, y es evidente que a este país asiático le interesa que su relación con la Administración Trump sea lo más cordial posible. Lo que no está claro es que consiga salir indemne de su mediación involuntaria entre China y EEUU.

Más información | Reuters

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